El Fondo de Desarrollo Rural nace para apoyar a emprendedores y emprendedoras que ya forman parte de los programas de Balloon Latam y que buscan dar un paso más en el crecimiento de sus negocios. Se trata de un modelo de crédito inclusivo que valora la trayectoria, el compromiso y la confianza que las personas construyen en sus comunidades. Cada crédito se sustenta en el acompañamiento de Balloon y en la recomendación territorial, convirtiendo la confianza en un nuevo tipo de garantía.ENVIS es un espacio que nos permite dialogar sobre desafíos cruciales para el desarrollo del país, integrando perspectivas diversas entre pares improbables.

El FDR entrega créditos flexibles que se adaptan a las realidades rurales, con montos que van desde 1 hasta 10 millones de pesos y plazos de hasta 18 meses, incluyendo la posibilidad de tres meses de gracia. Todo el proceso —desde la postulación hasta el desembolso y el acompañamiento posterior— está diseñado para cuidar al emprendedor: sin burocracia excesiva, con evaluación comunitaria y con un modelo de cobranza basado en empatía, diálogo y comprensión de los ciclos productivos locales.

Pueden postular emprendedores y emprendedoras recomendados por los equipos territoriales de Balloon Latam, que cuenten con un negocio en funcionamiento y un historial de participación en programas de formación o vinculación. En lugar de una garantía financiera, se requiere un aval externo al hogar y la validación social del territorio. Este enfoque permite que personas con proyectos viables, pero sin acceso al sistema financiero tradicional, puedan finalmente financiar sus ideas y crecer.

El FDR no se limita a entregar financiamiento. Cada emprendedor recibe acompañamiento permanente, talleres formativos y acceso a la comunidad nacional de emprendedores de Balloon. A través de mentorías, seguimiento y mediciones de avance, se asegura que los recursos entregados generen impacto real en los negocios y en los territorios. El objetivo es fortalecer la autonomía económica y promover un desarrollo sostenible, con un enfoque humano y territorial.

Desde su creación, el FDR ha beneficiado a casi un centenar de emprendedores en distintas regiones del país, movilizando más de 470 millones de pesos en créditos productivos. Los fondos se han destinado principalmente a mejorar infraestructura, adquirir equipamiento, desarrollar nuevos productos o ampliar servicios. Los resultados muestran que el modelo funciona: baja morosidad, alto nivel de compromiso y una red creciente de emprendedores que confían en la confianza como motor de desarrollo.